Lectura del 7 de Shevat del Kitzur Likutey Moharan




(likutey moharan I # 35)


6. La renovación del intelecto -es decir, la renovación del alma- se produce al dormir. Esto está explicado en el santo Zohar sobre el versículo, “‘Ellas son nuevas cada mañana; grande es Tu fidelidad’(Lamentaciones 3:23) - el alma es nueva... cada día” (Zohar I, 19; II, 213)


Pues al dormir se revitalizan las facultades mentales agotadas, tal como podemos observar de manera empírica. Cuando la persona duerme, sus facultades mentales -es decir, su alma- entran en el ámbito de la fe, como en, “Ellas son nuevas cada mañana; grande es Tu fidelidad”; y como resultado, aumenta su fe. Éste es el significado de la bendición que recitamos en las Plegarias de la Mañana, “Que le da fuerzas al cansado”. Antes, estaban exhaustas, pero ahora están revitalizadas.


7. Hay varios aspectos del dormir. Existe el dormir físico, que es en verdad saludable para las facultades mentales. 


También está el aspecto del estudio que es igualmente considerado un “dormir” en comparación a cuando las facultades mentales están apegadas al Creador. Éste es el estudio de la Torá en su sentido simple (Zohar III, 244b), como dijeron nuestros Sabios, de bendita memoria, “‘Él me ha hecho habitar en la oscuridad’ (Lamentaciones 3:6) - esto hace referencia al Talmud de Babilonia” (Sanedrín 24a). Éste es también el aspecto de la fe. 


Si la persona está constantemente dedicada a su servicio a Hashem y sus facultades mentales se debilitan debido a la intensidad de su apego, debe entonces estudiar la Torá de acuerdo a su sentido simple.


8. Mediante la fe, las facultades mentales -es decir, el alma- reciben vitalidad de la “Luz del Rostro”, como está escrito, “En la Luz del Rostro del Rey hay vida” (Proverbios 16:15). Hay una cantidad de aspectos en relación a la Luz del Rostro. Están aquellos que reciben el intelecto de la Luz del Rostro de la Torá, dado que la Torá tiene “setenta rostros”. Y están los que reciben de la Luz del Rostro de los Tzadikim. Cuando el Tzadik le muestra a la persona una expresión cordial, ésta recibe entonces un nuevo intelecto y una nueva alma a partir de la luz del sagrado rostro del Tzadik. 


Ello se debe a que la esencia del intelecto emana de la Luz del Rostro, como está escrito, “La sabiduría del hombre ilumina su rostro” (Eclesiastés 8:1).

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