Parasha Bamidbar (Numeros 1:3)




Numeros 1:3 “De edad de veinte años para arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, tú y Aarón los contarán por sus divisiones”.

Todos los que pueden salir a la guerra

Todos los judíos deben estar dispuestos a batallar por Hashem. Esto sólo es posible cuando están unidos en su objetivo. Así, Moisés contó en el desierto a los judíos que estaban dispuestos a  luchar por Hashem (Likutey Halajot VII, p. 150).


2:2 “Los hijos de Israel acamparán cada cual junto a su propia bandera, bajo el estandarte de sus casas paternas; dando frente a la tienda de reunión, acamparán a su alrededor”.

El campamento de los hijos de Israel

Los judíos acampaban en el desierto alrededor del Arca, que estaba en el centro (ver Rashi).

Cada judío corresponde a una letra en la Torá. Sólo cuando están unidos puede la Torá estar “completa”. Así, leemos sobre la unidad del pueblo judío inmediatamente antes de Shavuot, la festividad de la recepción de la Torá (Likutey Halajot II, p. 105a).

El campamento de los hijos de Israel

Los judíos les dicen a las naciones, “¿De qué grandeza pueden hablar ustedes que pueda compararse con la grandeza del campamento de los judíos en el desierto?” (Tanjuma, Bamidbar 11).

En el desierto, los judíos acampaban de acuerdo a las tribus. Cada tribu era completamente diferente a las otras en tamaño, posición y naturaleza y cada una se distinguía por su propia bandera que tenía su propios colores tribales.

Pero pese a sus muchas diferencias, todas las tribus se aferraban a su fe en el Elokim Único, unidas en su fe, revelando la Unidad de Hashem (Likutey Halajot V, p.198a-396).

Acamparán

Cada vez que los judíos se ponían en movimiento, desmantelaban el Tabernáculo y lo volvían a armar en su nuevo campamento. 

Adonde fuera que se rearmaba el Tabernáculo, éste mantenía la santidad del Tabernáculo armado inicialmente por Moisés. 

De aquí aprendemos que cuando viajamos, podemos llevar nuestras santidad con nosotros y restablecerla allí en donde estemos (Likutey Halajot I, p. 236a-472).

Dando frente a la tienda de reunión, acamparán a su alrededor

El Tabernáculo era el asiento para la Presencia Divina, que se manifestaba a través de la plegaria de los judíos. Toda la nación judía acampaba alrededor del Tabernáculo, dado que cada judío adquiría una porción en él mediante sus plegarias.

Por ejemplo, así como las contribuciones de los judíos se combinaron para hacer las 100 basas de plata para las columnas, las barras, los pilares, las cortinas y los utensilios del Tabernáculo, de la misma manera, hoy en día, cuantos más judíos se sumen a la plegaria, más partes del Tabernáculo serán construidas, hasta que la Presencia Divina vuelva a revelarse una vez más (Likutey Halajot VIII, p. 102a).

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