“Me he extraviado como una oveja perdida”






“Me he extraviado como una oveja perdida”
(Salmos 119:176)


1.       Cuando Hashem ve que una persona se aleja del sendero del intelecto la llama de inmediato.

A algunas personas las llama con una alusión, a otras con un grito y a otras más las golpea para hacerlas retornar.

Ahora bien, si la persona no se aleja demasiado puede retornar con facilidad.

Ello se debe a que aún reconoce la voz que la está llamando, dado que está acostumbrada a ella - pues hasta hace poco se encontraba en la presencia de Hashem y aún no ha olvidado Su voz.

Pero si se aleja demasiado del sendero olvida entonces la voz de la Torá y la voz de Hashem. No reconoce la voz y por lo tanto le es muy difícil retornar.

Es como un pastor al que se le ha extraviado una oveja. Mientras la oveja no se haya alejado demasiado, aún reconocerá la voz del pastor y cuando éste la llame lo seguirá de inmediato.

Pero si la oveja se aleja demasiado del sendero, olvidará la voz del pastor y ya no la reconocerá. Más aún, el pastor perderá toda esperanza de encontrarla, dado el tiempo pasado desde que se alejó de él.

De modo que la persona debe buscar a Hashem y clamar en voz alta desde lo más profundo de su corazón, “¡Me he extraviado como una oveja perdida! ¡Busca a Tu siervo!” (Salmos 119:176).

En otras palabras, “¡Búscame rápido, mientras todavía recuerde la voz de la Torá y de las mitzvot!”. Así, el versículo continúa, “pues no he olvidado Tus mitzvot” - es decir, todavía no.

Por lo tanto, ¡ten piedad de mí y búscame rápidamente, para que no me pierda, Hashem no lo permita!

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