Lectura del 20 de Shevat del Kitzur Likutey Moharan




(likutey moharan I # 37)


9. Por lo tanto, nuestros Sabios, de bendita memoria, dijeron, “Aquel que comete un pecado y se avergüenza de ello es perdonado en el momento” (Berajot 12b). 


Pues el pecado introduce un espíritu de insensatez en la persona, pero al avergonzarse le vuelven las facultades mentales, como está escrito, “Entonces comprenderás el temor a Hashem” (Proverbios 2:5) - y el temor es equivalente a la vergüenza. 


La vergüenza es la esencia del arrepentimiento mediante lo cual la persona merece la luz de los tefilín, que es el “brillo de la piel del rostro”. Por el contrario, “Si la persona es desvergonzada, puedes estar seguro de que los pies de sus ancestros no estuvieron en el monte Sinaí” (Nedarim 20a), y “también podrás estar seguro de que ha pecado con una mujer casada” (Taanit 7b). 


Ello se debe a que esa persona está unida a la impureza de la serpiente primordial de la cual nació Caín - y Caín quería llevarse a la hermana gemela de Abel (Bereshit Rabah 22:3 enseña, “Una hermana gemela nació junto con Abel”).


“Cuando el pueblo judío estuvo de pie ante el monte Sinaí le fue quitada la impureza -ésa era la impureza de la serpiente primordial- pero las naciones, que no estuvieron en el monte Sinaí, no perdieron su impureza” (Shabat 146a). 


Esto explica el uso de la frase “los pies de sus ancestros” - ello hace referencia literal a los pies, pues esa persona desvergonzada no tiene pies, por así decirlo, dado que está unida a la impureza de la serpiente y está escrito de ella, “Sobre tu vientre te arrastrarás” (Génesis 3:14; ésta fue la maldición de la serpiente primordial).


 Esa persona está también unida al Árbol de la Muerte y desciende al Gueinom.


Pues Adán, el primer hombre, produjo un daño en los tefilín - que es el mismo concepto que el Árbol de Vida, como está escrito, “Hashem está sobre ellos [i.e., los tefilín] - ¡ellos vivirán!” (Isaías 38:16) - y Adán se unió al Árbol de la Muerte. Debido a ello, “Él lo expulsó del Jardín del Edén” (Génesis 3:24), porque “Los desvergonzados están destinados al Gueinom” (Avot 5:20)


Sin embargo, cuando Adán se arrepintió, “‘Él les hizo vestimentas de piel’ (Génesis 3:21) - estos son los tefilín” (Tikuney Zohar #69, 105b), correspondientes al “brillo de la piel del rostro”


Así, con la vergüenza -que es la luz de los tefilín- se perdonan todos los pecados y la persona se une al Árbol de Vida. Pero aquel que no tiene vergüenza delante de los verdaderos Tzadikim ni ante los rectos y temeroso de Hashem, posee la osadía del Otro Lado y desciende al Gueinom. 


Sin embargo, si se arrepiente y siente vergüenza por sus pecados, éstos le son perdonados. También elimina el espíritu de insensatez y merece la luz de los tefilín, que corresponden al Árbol de Vida.

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