“¿Dónde está el lugar de Su gloria?”







1. Si la persona sigue su propio intelecto y sabiduría puede caer en muchos errores y trampas y llegar a un gran mal, Hashem no lo permita. En verdad, mucha gente ha tropezado y caído de una manera terrible al seguir su propia sabiduría, pecando y haciendo que muchos otros pecasen, que Hashem nos salve - y todo debido a su mala “sabiduría”. 

En verdad, la esencia del judaísmo es actuar con sencillez y simplicidad, sin ninguna clase de sofisticación. 

Uno debe asegurarse de que Hashem esté presente en todo aquello que haga, sin preocuparse por su propio honor personal. Si ello acrecienta el honor de Hashem, deberá hacerlo, si no, no. 

Entonces ciertamente, nunca tropezará.


2. Cuando alguien cae de su nivel, a veces ese descenso y caída pueden ser en verdad muy severos, que Hashem nos salve. 

Pues hay gente que cae en lugares extremadamente degradados -llamados “lugares inmundos”- hundiéndose en las dudas y en los pensamientos malsanos y extraños. 

Esas personas experimentan una gran confusión y sus corazones se conturban debido a las fuerzas impuras que los rodean con toda clase de nociones distorsionadas y profundamente confusas (en idish: es iz far dreit das hartz). 

Y aunque en esos lugares es imposible encontrar a Hashem, incluso allí es factible alcanzar una poderosa rectificación. Es decir, en ese mismo lugar, la persona puede buscar a Hashem preguntando, 

“¿Dónde está el lugar de Su gloria? ¿Dónde está Su santidad? ¿Dónde está Su pureza?”. 

Cuanto más perciba lo lejos que se encuentra de la gloria de Hashem, más dolor sentirá y más deberá preguntar y buscar, 

“¿Dónde está el lugar de Su gloria?”

Entonces, mediante el hecho mismo de que siente dolor y busca y anhela por la gloria de Hashem, y clama y pregunta, “¿Dónde está el lugar de Su gloria?”, mediante eso mismo, experimentará un gran ascenso. Pues con ello merecerá elevarse a un nivel extremadamente exaltado de santidad llamado 

“¿Dónde?” (ver la lección en el Likutey Moharán para más explicaciones). Ésta es la esencia del arrepentimiento (teshuvá) - es decir, que la persona busque constantemente y pregunte, “¿Dónde está el lugar de Su gloria?”.

 Porque mediante ello, su descenso se transformará en un gran ascenso. Ésta es la idea de “el descenso en aras del ascenso”, tratada en los libros sagrados. Estudia esta lección en el Likutey Moharán y compréndela bien, porque es en verdad muy profunda.

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1. Si la persona tiene enemigos y es perseguida por los demás, puede usar eso mismo para acercarse a Hashem. Pues cada vez que la persigan podrá huir hacia Hashem, dado que Hashem está presente en todo lugar. Y cuanto más se le opongan, más cerca de Hashem la llevarán.
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1. Así como la persona puede tener enemigos abajo [en el mundo físico], también puede tener enemigos arriba.
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1. Existen verdaderos Tzadikim que han alcanzado niveles tremendamente elevados y que tienen la costumbre de hablar sobre las grandes y maravillosas cosas que han hecho. 

Pues en verdad, esos Tzadikim pueden hacer grandes cosas y servir a Hashem con todo lo que existe en el mundo, incluso con su comer y beber y demás. También hay Tzadikim que pueden realizar una redención del alma (pidion) por medio de su comer. 

Dado que realmente existen Tzadikim como ésos, consecuentemente, también hay impostores que se vanaglorian de las grandes cosas que pueden hacer. Algunos de esos impostores son líderes de la generación y engañan al mundo haciendo pensar que no hay nada que ellos no puedan hacer y que son capaces de todo.

 El hecho de que puedan engañar a la gente se debe efectivamente a que existen verdaderos Tzadikim que realmente tienen ese poder. 

Por lo tanto, esos impostores imitan a los verdaderos Tzadikim, tal como un simio imita a un ser humano. Esos impostores son llamados “falsos profetas”.


De hecho, esos impostores les hacen un favor a los verdaderos Tzadikim. Pues hay gente malvada y depravada que da caridad que puede ser dañina para el Tzadik verdadero si se la dan a él. 

Por lo tanto, es algo bueno que esos impostores existan, porque la gente malvada les da a ellos su caridad. Pues Hashem extravía a esas personas para que les den caridad a los impostores. De esa manera, el Tzadik verdadero se salva de esa caridad.


2. El Tzadik verdadero recibe el habla sagrada de aquellos que le dan caridad.
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1. Ver esta lección en el Likutey Moharán para la respuesta a la pregunta que se hizo en el lugar en el cual se la hizo: ¿Por qué, cuando la persona va tras su sustento, no se le otorga de una vez? Y ¿Por qué cada uno lo recibe mediante una causa o medio diferente?

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