Sefirot
Las sefirót son la base de la nomenclatura a través de la cual la Kabalá nos describe las diferentes índoles y leyes que generan
todos los aspectos la realidad.
Las sefirót se denominan: Kéter, Jojmá, Biná, Jésed, Gvurá, Tiféret, Nétzaj, Hod, Iesód y Maljút
Las sefirót se nos presentan en varias categorías y configuraciones indicándonos así las diferentes formas de recepción y
transmisión de la Luz Infinita, en hebreo Or Ein - Sof.
Las letras y las sefirót aluden a una misma realidad. Cuando nos referimos al or conjuntamente con el kli le llamamos sefirá y
cuando nos referimos al kli vacío de or le denominamos letra, ot.
Or designa la plenitud infinita que el Kadósh Barúj Hú da permanentemente a la Creación, y kli al deseo de recibir dicha plenitud.
Las sefirót nos indican la aprehensión integral de la realidad, en cambio las letras son los instrumentos mentales que utiliza el
intelecto para comprender y analizarla.
Las sefirót indican asagá, aprhensión y fusión, en cambio las letras son la elaboración mental en pos de la luz.
A pesar de que en muchas situaciones las sefirót son denominadas en los textos kabalísticos con los mismos nombres,
debemos saber que de acuerdo al lugar que ocupan en el encadenamiento de los mundos, estás ponen de manifiesto diferentes
formas de aprehensión de la Luz Infinita. Por dicha razón cuando profundizamos en el estudio de la sabiduría de la Kabalá es
imprescindible poseer un entendimiento previo que nos de la experiencia y la imagen interior de las mismas, para así poder
entender la diferencia entre cada una de las categorías y configuraciones de sefirót.
A lo largo de nuestros textos expondremos y explicaremos en forma general y a veces particular algunas de estas categorías y
configuraciones. Los diez nombres que la Torá utiliza al referirse a la Energía Creadora representan diez formas generales en
que la Esencia del Creador se manifiesta ante nuestra percepción.
Dichas formas en que recibimos la realidad espiritual son expresadas y articuladas mediante las diez sefirót.
Las sefirót son las envolturas que cubren la plenitud de la Luz que se expande desde la Esencia del Creador, en hebreo Atzmút,
con el objeto de que recibamos la plenitud de Su Luz.
Cada sefirá manifiesta un grado general, un atributo de la Luz Infinita.
Esto es similar a la luz del sol que es imposible mirar sin los lentes apropiados. Ante el esplendor del sol la luz de una vela se
hace imperceptible, pero cuando el sol se oculta y anochece, la luz de la vela se hace visible.
De la misma forma cada sefirá nos revela diferentes grados de la Luz Infinita, por ejemplo la sefirá Jésed representa
los diferentes grados de generosidad y entrega, la sefirá Tiféret los grados de armonía y belleza, etc. y, grado a grado,
sefirá tras sefirá, el hombre se acerca a la plenitud de la Luz Infinita. Sin las sefirót nos sería imposible recibir la
plenitud de la Luz que se expande desde el Kadósh Barúj Hú, ya que no tendríamos existencia ni conciencia sino que
sería todo Infinito, sin posibilidad de discernimiento conciente por parte del deseo de la Neshamá. Las sefirót, de
acuerdo al lenguaje de la Kabalá, son los conductos y recipientes espirituales que transmiten y revelan la Luz del
Infinito, energía de vida que llena todos los mundos y seres. Todo ser, fenómeno, grado y manifestación de la realidad,
está conformado por esta escala y gradación de «recipientes» de la Luz. Este sistema de transmisión-recepción de la
Luz Infinita, que también se manifiesta en el mundo físico y el cuerpo, tiene su origen en los mundos espirituales.
Allí las sefirót no están revestidas por materia física o corporal alguna, sino que manifiestan tendencias sutiles de la
voluntad, es decir, direcciones del fluido de la Luz. Estas características de los movimientos de la voluntad se revelan
tanto al emitirse la Luz desde el Infinito hacia los mundos, como en la labor espiritual del hombre al elevar su voluntad y
proyectar esa misma Luz en su dirección original, o sea tomando conciencia y fusionándose a la plenitud de la Luz Infinita
emitida desde la raíz y origen de la Creación, el Kadósh Barúj Hú. El libro del Zóhar define estos movimientos con los
términos «de arriba hacia abajo» para la proyección de la Luz superior, es decir la manifestación del proceso creativo
desde la unidad primigenia a la multiplicidad del mundo material. En este caso los textos lo denominan diez sefirót de or
iashar, luz directa. En cambio cuando el Zóhar expresa «de abajo hacia arriba» se refiere a nuestro trabajo espiritual, a la
transformación de nuestro deseo de recibir en actos altruistas a través de la toma de conciencia de nuestra función en el
«Programa de la Creación». En esta otra situación son denominadas diez sefirót de or jozer, luz retornante.
Los mismos «conductos» son los que transmiten la Luz en ambas direcciones, siendo la voluntad la que rige este pasaje.
Esto es lo que va a definir las diferentes categorías, configuraciones y nombres que las sefirót adquieren en los textos
kabalísticos. La Luz, en su índole de or iashar, siempre está presente, mas para nosotros sólo se revela al revestirse en
nuestros actos concretos or jozer - mitzvót. Ello sucede, como constantemente recalcamos, cuando comenzamos nuestra
labor espiritual concientemente al ir transformando nuestro deseo de recibir egoísta en altruismo ya que de esa forma nos
acercamos paulatinamente a nuestra voluntad superior, al Kadósh Barúj Hú, que es la fuente infinita del altrusimo.
En la Creación todo obedece a las relaciones entre la Luz y sus recipientes (or y klí), es decir en la forma en que recibimos
la vida: altruismo o egoísmo, siendo la vida el or y nuestro deseo de recibir el kli.
Dichas relaciones generan variadas influencias y configuraciones de las diez sefirót generando así los distintos grados de
revelación del or dentro del kli. A partir de la codificación de las mencionadas relaciones, influencias y configuraciones surje
el lenguaje de la Kabalá a través del cual los sabios logran articular y transmitir la sabidurá.
El Séfer haIetzira, el Libro de la Formación, nos transmite que las sefirót "son diez y no nueve, diez y no once". Sabido es,
como mencionamos anteriormente, que las sefirót se denominan: Kéter, Jojmá, Biná, Jésed, Gvurá, Tiféret, Nétzaj, Hod,
Iesód y Maljút, no obstante el Ari z'l nos dice en su escrito "Drush haDáat" que, en realidad las diez sefirót se pueden
clasificar en cinco categorías denominadas: Kéter, Jojmá, Biná, Zair Anpín(1) y Maljút, siendo que Zair Anpín incluye en si
las seis sefirót Jésed, Gvurá, Tiféret, Nétzaj, Hod, Iesód.
Estos principios son explicados extensamente en el libro Etz Jaim, Árbol de las Vidas(2), el cual muchas veces es
malentendido por el lector no iniciado al interpretar textual y materialmente los conceptos espirituales expuestos allí
alegóricamente. A medida que avancemos en nuestro estudio iremos aclarando estos conceptos, con mayor profundidad.
Otro de los inconvenientes que se le plantean al no iniciado en el estudio del libro Etz Jaim es el hecho de que el Ari z'l no
expuso el texto en un orden de dificultad progresiva, de modo tal que se hace imposible su comprensión para principiantes. Esto
se debe a que el Ari z'l disertaba unicamente ante sus alumnos quienes eran todos sabios iniciados y experimentados en la
sabiduría de la Kabalá.
Es asi que no encontramos texto alguno en esta disciplina que no requiera importantes conocimientos previos para tener una
cabal comprensión del mismo, razón por la cual muchos son los que desistieron en el intento.
(1) Zair Anpín significa «pequeño rostro» este concepto será explicado posteriormente cuando contemos con los elementos
necesarios para su comprensión.
(2) El R. Áshlag escribió cuatro explicaciones de este texto fundamental de la sabiduría kabalística recopiladas en los libros
"Paním meirót y paním masbirót" , 3 tomos y "Talmúd eser hasefirót", 6 tomos. Dichos escritos incluyen gran parte de los
escritos del Ari z'l donde el R Áshlag ordena didáctica y sistemáticamente todo el sistema Luriánico.
Jaim D.Zukerwar Halel.
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