Lectura del 15 y 16 de adar del Kitzur Likutey Moharan




(likutey moharan I # 54)

15 Adar

5. En cuanto a la gente común, aquellos que no tienen el intelecto para comprender las alusiones, todo esto se lleva a cabo de manera automática mediante el dormir, mediante el cumplimiento de las mitzvot de los tzitzit y de los tefilín, con el estudio de la Torá (o el recitado del Shemá para aquel que no sabe cómo estudiar), con la plegaria y a través de las actividades comerciales. 

Dormir corresponde a la unión del pensamiento con el Mundo que Viene, dado que al dormir el alma se eleva. La mitzvá de los tefilín representa la expansión del intelecto para tratar de comprender las alusiones de Hashem.

 La mitzvá de lostzitzit representa la capacidad de restringir la mente, pues al cumplir con la mitzvá de cubrirse con los tzitzit, la persona hace descender esa capacidad sobre sí y de ese modo su intelecto no sobrepasa los límites de la santidad al extenderse para discernir las alusiones de Hashem.

 Éste es el motivo por el cual la mitzvá de los tzitzit se realiza antes de la de los tefilín, dado que es necesario primero preparar la mente para que no sobrepase los límites apropiados; y sólo después puede la persona expandir su intelecto para comprender las alusiones de Hashem - que es la actividad asociada con los tefilín.


El estudio de la Torá encarna, a su vez, el concepto de estar satisfecho con lo que uno tiene, dado que la Torá es el Árbol de Vida “que contiene el sustento de todo”

Más aún, también al estudiar Torá la persona debe saber cómo satisfacerse con poco. Pues a veces uno puede frustrarse y confundirse debido a que quiere abarcar demasiado. 

Se percibe que hay mucho para aprender y se desea estudiar toda la Torá de una sola vez. Debido a ello, la persona se frustra terriblemente y a veces abandona definitivamente los estudios.

 Es por ello que también en el estudio de la Torá es necesario saber cómo satisfacerse con poco.*


* A partir de esto podemos inferir cuánto más aún es necesario contentarnos con poco cuando se trata de las necesidades físicas. Pues si, en relación a nuestra vida eterna, debemos contentarnos con poco, cuanto más aún será en relación a nuestras vidas físicas y pasajeras. 

Una lógica similar fue expresada por nuestros Sabios, de bendita memoria, en conexión con la bendición sobre la Torá (Berajot 35b), y esto también está implícito en la afirmación de los Sabios, “Haz una cerca en torno a la Torá” (Avot 1:1).

Y así dijeron nuestros Sabios, de bendita memoria [con respecto al estudio de la Torá], “No estás obligado a completar la tarea, pero tampoco estás libre de dejar de hacerla” (Avot 2:16).

La plegaria corresponde a “los pies de la santidad que están investidos y ocultos en este mundo”, como se explica en esta lección del Likutey Moharán.


16 Adar

6. Las actividades comerciales [literalmente, masá u-matán (“toma y daca”), donde uno toma algo y da otra cosa a cambio] representan la unificación del Tzadik con la Congregación de Israel. 

El Tzadik es llamado masá(quien toma) y la Congregación de Israel es llamada matán (quien da), como se explica en esta lección del Likutey Moharán. 

Esta unificación del Tzadik con la Congregación de Israel se efectúa al llevar a cabo los negocios de manera fidedigna. Para explicar: Todo comercio, en el cual la mercancía y los objetos circulan de una persona a otra, está determinado únicamente por las chispas de Divinidad contenidas en cada cosa

A veces un objeto necesita dejar el ámbito de una persona y entrar en el ámbito de otra, para subsecuentemente retornar al ámbito de la primera.

 Todo ello depende de las chispas de Divinidad en ese objeto y de las partes del alma, del espíritu y del alma superior (Nefesh, Rúaj y Neshamá) que posea cada persona en un momento determinado. 

Por lo tanto, no se debe nunca forzar una situación ni ser demasiado insistentes en vender o comprar algo precisamente cuando uno lo desea. Pues todo tiene su tiempo apropiado de acuerdo a la manera en la cual las chispas de Divinidad están siendo recogidas del objeto y de acuerdo a la constitución espiritual de la persona en ese momento. 

Al llevar a cabo los negocios de manera fidedigna, la persona eleva y rectifica esas chispas y completa e ilumina su alma, su espíritu y su alma superior. Más aún, de esa manera se unifica el Tzadik con la Congregación de Israel, correspondientes al “receptor” y al “dador”, respectivamente (y esto, en efecto, es la unificación del Santo, bendito sea, con la Presencia Divina).

7. Para preservar el recuerdo del Mundo que Viene es necesario cuidarse y no caer en el “mal ojo”. Ese mal ojo [o lo que nosotros llamaríamos una mirada demasiado crítica o celosa sobre los demás] significa la “muerte del corazón”, pues induce el olvido, daña la memoria y produce la muerte del corazón. 

Entonces la persona olvida su propósito final y eterno, algo que debe recordar cada día, y no unifica sus pensamientos con el Mundo que Viene. Cuando la persona tiene un mal ojo no toma en cuenta nada de esto.

8. El mal ojo puede tomar diferentes formas. A veces la persona puede sentir celos de la posición social de otra - y ello también puede tomar diferentes aspectos. Es necesario cuidarse mucho de este rasgo y no tener ninguna clase de “mal ojo” hacia los demás. De manera similar, la persona debe orarle mucho a Hashem, pidiendo no ser víctima del “mal ojo” de los otros. 

Si uno siente que es incapaz de enfrentar y de superar el mal ojo de otra persona, debe huir. Sin embargo, si es capaz de rectificarlo, ciertamente deberá hacerlo.*

* Esto es lo que hizo nuestro padre Iaacov. Pues conquistó con palabras el mal ojo de Esaú cuando dijo, “No es apropiado el que tú me odies”, al igual que los regalos que le envió para satisfacer su mal ojo (ver Rashi sobre Génesis 32:17).

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