Sobre el Gran Beneficio de las Enseñanzas del Tzadik






1. Aquel que oye una enseñanza dicha por el verdadero Tzadik, que es una enseñanza verdadera, y en particular si ve al Tzadik en ese momento, recibe un aspecto del rostro del Tzadik y un aspecto de su intelecto y de su alma. 

Pero es crucial que la persona se cuide del olvido. Ello se debe a que un lapso en la memoria puede hacer que olvide todo. Ahora bien, cuando la persona es digna de recordar la enseñanza del Tzadik tal como fue dicha, o si repasa lo que oyó ciento y una veces, gracias a lo cual podrá recordarla - entonces, cuando repita la enseñanza en nombre del Tzadik, la imagen del rostro del Tzadik aparecerá delante de ella y será como si el Tzadik mismo la estuviese diciendo. 

Sin embargo esto sólo sucede si el recuerdo de la persona está verdadera y profundamente grabado en su memoria.

2. Si la persona oye una nueva idea de Torá de boca del Rav, en el momento mismo en el que el Rav revela la enseñanza, podrá recordarla perfectamente. 

Pero si no la oye de boca del Rav -y aunque la escuche más tarde de labios del mismo Rav pero no en el momento en el que fue generada- podrá olvidarla fácilmente.

3. En cada libro es posible encontrar la imagen del rostro del sabio que generó las enseñanzas contenidas allí.

4. Las verdaderas enseñanzas que salen de la boca del verdadero Tzadik -aunque traten de temas mundanos- son más valiosas que las palabras de Torá dichas por otro Tzadik. 

Ello se debe a que las palabras del otro Tzadik pueden contener una gran mezcla. Pero las palabras que salen de la boca del verdadero Tzadik son pura verdad. Y, debido a que son sólo verdad, sin ninguna mezcla, no hay nada más valioso.

5. La verdad es el rostro de todos los rostros de la santidad.

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